El equipo de las malas decisiones

En México tengo un grupo de amigos que, entre otras cosas, se denominan «El equipo de las malas decisiones» y yo, igual que Sacha Mandinga, de vez en cuando, formo parte del mismo.

Para muestra un botón, o dos, o tres. Durante mi viaje he tomado 3 pésimas decisiones, aquí las relato.

La primera sucedió en Phuket. Después de 10 días consecutivos de lluvia, finalmente el cielo se aclaro y permitió que Andrei Rostislavovich y yo fuéramos a bucear en domingo. Sin embargo, como era sábado por la noche, yo quería salir de fiesta. Prometí que me la llevaría leve, cosa que no sucedió en absoluto. Pésima decisión número 1.

Al siguiente día teníamos que despertar bastante temprano para la buceada y yo estaba, no cruda, crudísima, probablemente creda. Así me fui.

DCIM100GOPROGOPR0113.

Para cuando llegamos a la primera isla, me preparé para saltar. Me seguía sintiendo fatal pero creí que en el momento en que me metiera al agua todo iba a estar bien. No fue así.

Lo hice pésimo, mi guía estaba preocupada, todos estaban preocupados, yo solo no podía encontrar mi flotabilidad, parecía una estúpida yendo muy arriba o muy abajo, el agua se me metía todo el tiempo a la mascara y yo gastaba más y más energía tratando de sacarla.

DCIM100GOPROGOPR0120.

Al final Andrei decidió tomarme de la mano para poder hacerlo mejor, la guía se sentía más tranquila con esa decisión.

Cuando salimos de la primera inmersión me sentía fatal con todos, me dolía muchísimo la cabeza y me juré que jamás, jamás, haría tal estupidez de nuevo.

Esta mala decisión hizo que me ganara un sobrenombre tai puesto por mi guía: «Miss Mao» que significa «Señorita borracha».

Lo bueno es que las siguientes dos inmersiones estuvieron muy bien y todo mejoro. No lo hagan! Es horrible!

DCIM100GOPROGOPR0141.

Mi segunda mala decisión sucedió en Laos. Decidí hacer un trekking que dos buenos amigos, Nico y Meli,  me recomendaron ampliamente: «The Gibbon Experience». Es un tour que se puede hacer en 2 días y una noche, haciendo trekking en la impresionante reserva natural de Bokeo, al norte de Laos. El tour incluye varias tirolesas enormes, la más larga de 750 metros, en donde te puedes maravillar al ver tantos arboles hermosos, y la estadía en una preciosa casa de árbol.

Pues bien, una vez más tenía que despertar muy temprano y estar en el punto de partida a las 8.00 am. Me levanté a las 7.40 am, el tiempo necesario para ducharme y llegar a tiempo, pero no para desayunar. No me importó, pensé que no estaría tan difícil. Pésima decisión número 2.

Comencé a caminar y de pronto se volvió súper cansado, todo cuesta arriba, comencé a sentirme horrible, todo me temblaba, las piernas las sentía de hule, nada de fuerza, sudando muchísimo y con dolor de cabeza. Tuve que parar 3 veces para recuperarme, los guías me decían que tomara mi tiempo. No lo podía creer. ¿Como se me ocurrió no desayunar? En la segunda parada unas chicas me dieron unas pastillas de azúcar, tomé mucha agua y me comí unas galletas. No fue suficiente, seguía pasándola fatal y me sentía muy estúpida.

Finalmente llego el momento del lunch, comí y me sentí mucho mejor. Pude continuar el camino por otro par de horas sin problemas.

Posteriormente comenzamos a usar las tirolesas. Fue impresionante, una de las cosas más bonitas que mis ojos han visto.

13781660_10157303161315235_5816581232155610843_n

Bokeo

13775428_10157303161295235_8493418654652803307_n13707606_10157303161260235_5325673540933400085_n

13692600_10157303161230235_6241363449289266768_n

La vista desde la casa de árbol

Ufff… la última y tercera mala decisión me llena de vergüenza. Segura de que me bulearán por contar esto, he decidido aguantármelo y reírme de mi.

Bien, sucedió en Vang Vieng, Laos. Un pueblo que era altamente conocido por la cantidad de fiesta y drogas que corrían durante todo el día y toda la noche. A partir del 2012 y después de varios turistas muertos por excesos, el gobierno puso manos a la obra y, aunque sigue siendo el lugar de la fiesta, se dice que ya no es como antes.

La primera noche en Vang Vieng, en compañía de unos adorables holandeses en sus venti tantos, jugué varias veces un «drinking game» llamado «The bus». Después de beber varias Big BeerLao nos fuimos de fiesta al legendario Sakura Bar.

Ya tarde, decidí regresar al hostal. Me fui directo al sobre, sin pasar antes al baño. Mala, pésima decisión número 3.

Dormí, y ya saben, pasan esos sueños en donde imaginas que vas al baño y despiertas para ir, pero oh oh, si, es lo que imaginan, ¡me hice pipí en la cama!!!!! No lo podía creer, me regañe como media hora: ¡Pinche Ayeska! ¡No mames! ¡tienes 35 años! ¿como pasa esto? estas súper tonta, ¡tienes que ir al baño antes de acostarte! y ahora ¿qué hago con el colchón y todo? ok… primero lo primero, ir al baño, ducharme, limpiarme, cambiarme. Después, cambiar el colchón por el que esta arriba de la litera, nadie lo notará.

Estaba en shock, tanto que le escribí a mis amigos «Weyes! no saben lo que me pasó, mi peor pesadilla! me hice pipí en la cama!» A lo que muy comicamente contestaron con diversas historias sobre ellos haciéndose pipí «para alivianarme el mal viaje», cosa que funcionó.

En efecto, nadie se dio cuenta, ese día abandoné ese hostal y comenzó mi paranoia de despertarme incluso a las 3 am para ir al baño, solo por miedo a que me volviera a suceder. La paranoia duro unos 6 días más. No me vuelve a pasar.

Querido equipo de las malas decisiones, espero que después de esto tenga un lugar honorario y recurrente en tan prestigiado grupo. Por mi parte, espero ya no tomar más malas decisiones en lo que resta del viaje.

3 comentarios en “El equipo de las malas decisiones

  1. Pingback: La somnolienta Lao | Gôin̉gṆỡẈ

Deja un comentario