Hoy, mientras en Manhattan resonaba la Campana de la Paz, la tripulación del velero Infinity atracaba en el extremo Polo Norte para plantar una bandera a nombre de nuestro planeta y de la humanidad. Para ellos, como para millones más, había llegado la hora de dejar nacionalismos, corporativismos e individualismos para invitar a hacer un frente humano común a favor de la protección y conservación del Planeta Tierra.
Una tripulación compuesta de héroes de todos los continentes tuvo que navegar lejos, muy lejos y en condiciones extremas para cumplir su misión, pues año con año la capa de hielo firme retrocede a pasos agigantados como resultado del cambio climático.
Tuve la fortuna de conocer a su Capitán, Clemens, y a casi toda la tripulación en Dutch Harbor, mientras nosotros nos preparábamos para cruzar el Mar de Bering rumbo Kamchatka. Son de todas las edades, formaciones y orígenes. No viajan patrocinados ni son millonarios. Son personas ordinarias dentro de su extraordinariedad que se embarcaron en la expedición del Infinity porque creyeron que merecía la pena despegarse unos meses de sus familias, carreras, trabajos y hábitos para enfatizar la llegada del momento de unirnos y frenar la destrucción del medio ambiente, de nuestra salud, y de nuestra especie en este Día Internacional de la Paz.




En este día, la Asamblea General de la ONU rindió tributo a Kofi Annan, por haber dedicado su vida al servicio de la humanidad, y celebró el 70 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos. Los tripulantes del S/Y «Infinity», con el mismo espíritu del diplomático ghanés, plantaron un tótem labrado en Vanuatu, archipiélago del Océano Pacífico amenazado con quedar sumergido por la subida del nivel del mar -que también está provocando el cambio climático.
La misión del «Infinity» es el primer acto de la iniciativa EarthToday, un movimiento que pronto será plasmado en una plataforma digital cuyo objetivo es conectar a personas de todo el mundo, con visiones y conocimientos diversos. Será así una nueva red social que en lugar de promover el consumo buscará impulsar el intercambio de ideas y apoyo mutuo para darle un giro al camino autodestructivo que hemos venido siguiendo.
Esperemos que los acontecimientos del día no se queden en celebraciones y nos unamos más allá de las ridículas fronteras geopolíticas que nos separan, por el futuro de la humanidad, que el planeta aquí se queda, quizás ya no como Planeta Tierra, como dice George Carlin, sino «Tierra y Plástico».